Sidahme Bulahi conocido como Daha, fue el primer desminador del Sahara Occidental. Nació en El Aaiún en 1959. De joven se alistó como voluntario en las líneas del Frente Polisario contra la invasión marroquí. Fue ahí donde comenzó a especializar su carrera militar en explosivos, motivo por el que viajó a la antigua Yugoslavia donde recibió formación específica sobre las minas.
Cuando la tenía en la mano vio el líquido derramado. Intentó desprenderse de ella pero tenía dos compañeros delante así que la lanzó hacia atrás. Cree que estalló en el aire porque sólo perdió los dedos de su mano derecha. Su ojo izquierdo resultó dañado irreversiblemente, teniendo que ser amputado más tarde en Argel.
La mina le cambió la vida, física y moralmente. El intenso sufrimiento emocional durante su recuperación le hizo volver a la vida social en 2005 cuando entró a formar parte del Centro Mártir Cherif, donde tomaría contacto con víctimas de minas con discapacidad severa. Hoy es parte del equipo de trabajo y asistencia a las víctimas de minas.
El silencio rodea siempre a las minas. Solo rompe el silencio la respiración de las desminadoras. Una respiración profunda bajo los pesados y calurosos trajes de protección. Bajo las mascaras se esconden vidas, a veces más de una. Fatimetu decidió muy joven sumarse a las filas de SMAWT
El año 2020 no ha sido el mejor para las limpiadoras de minas, los fondos de las organizaciones internacionales fueron retirados por la crisis sanitaria. Tan solo han realizado tareas de sensibilización y formación a la población civil para evitar nuevos accidentes. El 13 de noviembre de 2020 Marruecos violó el alto al fuego y se inicio la guerra en el Sahara, por lo que se no podía garantizar la seguridad de los voluntarios para eliminar los explosivos. El temor ahora es que Marruecos vuelva a minar las zonas de Tifariti, Bir Lahlou, Mijek o Mehaires, áreas donde se han desmantelado grandes campos de minas en tiempos de paz.
El 10 de abril de 2009, cerca de 2.500 personas marcharon en una multitudinaria manifestación en el Sahara Occidental contra el muro de la vergüenza.
Su antigua familia de acogida del programa Vacaciones en Paz en España vio el caso en las noticias y decidió tender la mano a Brahim. 12 años después de aquel episodio el joven saharaui vive en Mora de Toledo (España), donde mantienen revisiones médicas y ha formado una familia junto a su pareja. Brahim espera ahora volver a la tierra donde perdió su pierna, pero quiere regresar con su prótesis y un fusil para apoyar a los combatientes saharauis en el frente desde el 13 de noviembre de 2020.
Con apenas 4 años Teslem se encontraba con su familia en la región de Tifariti (Sahara Occidental). Junto a sus primas jugaba entre arbusto hasta que apareció un objetivo metálico que relució con los rayos del sol.
El problema de Teslem es que vive en el campamento de Refugiados de Dajla, el más alegado de la ciudad argelina de Tindouf. Lugar donde se encuentran los hospitales y médicos especializados.
Desplazarse es todo un reto sin coche y conducir es el sueño de Teslem. El miedo y la inseguridad siempre han perseguido a esta menor,pero otra víctima le enseñará que nada es imposible para los mutilados del fuego escondido.